NO SABES DE LO QUE ERES CAPAZ HASTA QUE LO INTENTAS

ENTREVISTA

Por Patricia Soler

Flor Martínez (Montevideo 1980), licenciada en Educación Física por la Universidad de la República Oriental del Uruguay. Es entrenadora personal por vocación, devoción y convicción. Entre sus alumnos: deportistas de élite, alumnos en proceso de recuperación de lesiones y amantes del deporte y la actividad física.

>> Es usted incansable, ¿se nace deportista?

(Risas) De pequeña, ya me apuntaba a un bombardeo, siempre y cuando fuera deportivo, claro. Me licencié en Educación Física y me dedico a la enseñanza desde hace 20 años. Sólo unos pocos nacen con un talento extraordinario, pero todos venimos al mundo con esta ‘súper máquina’ que es el cuerpo.

>> Hoy en día ‘deporte’ es sinónimo de culto al cuerpo.

El cuerpo es un milagro y la maquinaria que nos permite vivir. Cuidarlo no puede estar de más, aunque por supuesto, hay que saber cómo hacerlo. Creo que te refieres más que al culto, a una estética dañina que nada tiene que ver con la persona. La belleza se ve fuera, pero nace de bien dentro.

>> Entrenamiento personal: ¿personal e intransferible?

Por supuesto. El entrenamiento personal es un entreno hecho a medida teniendo en cuenta tus necesidades y en el que prima la individualidad. Muchos de mis clientes acuden a mí cansados del gimnasio porque terminan abandonando en mitad de temporada. Mi trabajo consiste en dirigir y estructurar un camino efectivo que pueda aplicarse en la sesión de entrenamiento pero también el resto de los días. En definitiva, enseñar al alumno a saber qué hacer, cómo hacerlo y con qué fines.

>> Todo el mundo quiere adelgazar.

Creo en el deporte como un complemento para la medicina. La obesidad y el sobrepeso como patologías deben trabajarse también desde la disciplina deportiva y la actividad física. Es fundamental ponerse en manos de un profesional. Y sí, es cierto que quien más quien menos, quiere quitarse algún que otro michelín y me parece muy bien porque lo que sobra… fuera. Aunque no todo el mundo necesita perder grasa y los objetivos de los alumnos suelen ser la salud, una mayor capacidad física y tonificación.

>> Cambiar de hábitos supone un esfuerzo. ¿Es difícil persuadir al alumno?

Mi misión es ayudar a las personas a descubrir el potencial y belleza de su cuerpo. Tener un cuerpo sano es el reflejo más fiel de quererse a uno mismo. Demostrarte que puedes tener el cuerpo que deseas y que este hecho no es privilegio de unos pocos. No se trata tanto de persuadir como de permitir que el alumno descubra que sanar la mente a través de los beneficios de la actividad física no es un milagro. Cuesta esfuerzo, claro, pero veo cambiar vidas gracias a este trabajo y esa es mi mayor recompensa.

>> Su slogan ‘Hoy entreno’, no deja mucha elección.

Y no la hay. La pregunta no debería ser ‘¿practicas deporte?’. La pregunta debería ser: ‘¿qué deportes practicas?’. Lo recomiendo porque asegura una salud de hierro. Y la salud también es mental. Así que: sí o sí, hoy entreno.

>> Juega usted con la ventaja de que hoy por hoy, viste mucho decir que ‘tengo una entrenadora personal’.

No te creas, hace tiempo que eso ya está superado. Muchos alumnos de gimnasio también compaginan la visita a un entrenador personal. Los precios ya no son exagerados y al fin y al cabo es como todo, no es lo mismo acudir a una clase con 30 alumnos que ser tú el protagonista de tu entrenamiento. Lo aconsejo especialmente para el alumno con objetivos muy claros.

>> Mens sana in corpore sano. La crisis no ayuda.

Cierto. Todos la sufrimos y es importante observar si el alumno está necesitando apoyo moral y motivación. El deporte es un gran antidepresivo porque el cuerpo reconoce el esfuerzo y lo agradece con la propia salud. No sabes cómo disfruto cuando después de una sesión especialmente dura, el alumno se despide sonriendo y con cara de satisfacción.

>> Entonces, ¿éxito sinónimo de cambio de actitud?

El deporte es una conexión desafiante con tu fuerza interior. Supone un cambio de actitud que se refleja en todos los aspectos de tu vida. Y para mí, el éxito es el sentimiento de orgullo ante uno mismo, la satisfacción y la plenitud.

>> Me da usted miedo. Un derechazo y… ¿no lo cuento?

(Risas) Así es. Pero no te preocupes, no lo contarás porque soy incapaz de hacerle daño a una hormiga. Prefiero vivir con la tranquilidad de saber que si la necesito, la fuerza está ahí. Ahora que lo dices, ¿me dejas tocar tu biceps?

>> No me gusta mi cuerpo. Yo quiero ser como usted.

Empieza por cambiar tu pensamiento. Todos tenemos ideales estéticos aunque lo importante es dejar de deformar la realidad. Conmigo puedes hacer muchos cambios que hoy no podrías imaginar pero con toda probabilidad el más importante sería el respeto hacia tu propio cuerpo. No sabemos apreciar la belleza que de por sí le caracteriza. No te veo en forma, pero sé que lo has estado. ¿Me equivoco?

>> ¿Me daría usted algún consejo?

Todos los que necesites pero creo más en la práctica deportiva. Ven a verme y ponte a prueba.